viernes, 2 de enero de 2009

El ahorro y la planeación son la clave para este año

La falta de disciplina y planeación, y por cultura, el mexicano no ha aprendido a realizar un presupuesto cuando se trata de manejar las finanzas familiares y personales, porque piensa que es complicado, aseguró Cecilia Meade, profesora e investigadora de la Escuela Superior de Administración de Instituciones (ESDAI).

Por el contrario, afirmó en entrevista, hacer un presupuesto es muy sencillo, pues sólo se trata de escribir los ingresos percibidos y lo que se gasta mensualmente.

Dentro del rubro de ingresos se debe anotar, además del salario mensual, todas las percepciones adicionales que se tengan; en el espacio dedicado a los gastos es importante separar los gastos fijos de los variables.

Esto se puede hacer semanalmente para llevar un control y, de ser necesario, en forma diaria para no dejar ningún hueco en las finanzas del bolsillo.

Los primeros se refieren a los créditos contratados (hipotecarios, automotrices, deuda de tarjetas de crédito), al pago de la renta y de servicios como luz, gas, agua, teléfono, colegiatura, gasolina para el auto, transporte, entre otros.

Los gastos variables en cambio, son los que se pueden reducir, como comidas en restaurantes, café, entretenimiento, etc. También están los gastos imprevistos. “Se deben considerar los tres rubros en el presupuesto”, señaló Meade.

La profesora comentó tener un curso llamado “Balance de vida”, donde les enseña a sus alumnas que además tienen que tomar en cuenta gastos que no son mensuales pero que se deben hacer en diferentes meses. Estos son las erogaciones periódicas y algunos ejemplos son el seguro del coche, el pago del predial, de la tenencia, las reinscripciones de la escuela de los hijos, el pago anual de impuestos, vacaciones, gastos de navidad, entre muchos otros.

Hay un último rubro (no por ser el último es el menos importante) que es el referente al ahorro. “No siempre se puede ahorrar pero se debe tener una disciplina y tratar de hacerlo sistemáticamente”.La entrevistada mencionó que es de suma importancia que la gente conozca que el presupuesto consta de esos cinco rubros. “Sucede a menudo que llega enero y lo que la gente se Para llevar la contabilidad no se necesita nada sofisticado: en una libreta cualquiera o en una agenda de caja; incluso en Excel en la computadora se puede concretar

La falta de disciplina y planeación, y por cultura, el mexicano no ha aprendido a realizar un presupuesto cuando se trata de manejar las finanzas familiares y personales, porque piensa que es complicado, aseguró Cecilia Meade, profesora e investigadora de la Escuela Superior de Administración de Instituciones (ESDAI).

Por el contrario, afirmó en entrevista, hacer un presupuesto es muy sencillo, pues sólo se trata de escribir los ingresos percibidos y lo que se gasta mensualmente.

Dentro del rubro de ingresos se debe anotar, además del salario mensual, todas las percepciones adicionales que se tengan; en el espacio dedicado a los gastos es importante separar los gastos fijos de los variables.

Esto se puede hacer semanalmente para llevar un control y, de ser necesario, en forma diaria para no dejar ningún hueco en las finanzas del bolsillo.

Los primeros se refieren a los créditos contratados (hipotecarios, automotrices, deuda de tarjetas de crédito), al pago de la renta y de servicios como luz, gas, agua, teléfono, colegiatura, gasolina para el auto, transporte, entre otros.

Los gastos variables en cambio, son los que se pueden reducir, como comidas en restaurantes, café, entretenimiento, etc. También están los gastos imprevistos. “Se deben considerar los tres rubros en el presupuesto”, señaló Meade.

La profesora comentó tener un curso llamado “Balance de vida”, donde les enseña a sus alumnas que además tienen que tomar en cuenta gastos que no son mensuales pero que se deben hacer en diferentes meses. Estos son las erogaciones periódicas y algunos ejemplos son el seguro del coche, el pago del predial, de la tenencia, las reinscripciones de la escuela de los hijos, el pago anual de impuestos, vacaciones, gastos de navidad, entre muchos otros.

Hay un último rubro (no por ser el último es el menos importante) que es el referente al ahorro. “No siempre se puede ahorrar pero se debe tener una disciplina y tratar de hacerlo sistemáticamente”.La entrevistada mencionó que es de suma importancia que la gente conozca que el presupuesto consta de esos cinco rubros. “Sucede a menudo que llega enero y lo que la gente se gastó en diciembre lo comienza a pagar en enero a meses sin intereses y no lo tenía programado”.

Y es que, a decir de la especialista en finanzas personales, las personas no saben presupuestar, pues no tienen la visión integral de los gastos. No ahorran precisamente por esa falta de disciplina y también porque no sabe cómo ahorrar.

Por eso, insistió, después de planear el presupuesto es indispensable llevar un registro puntual de los gastos. Esto sirve además como ejercicio para que la gente pueda comparar contra lo que presupuestó.

“Lo que sucede tradicionalmente es que las personas gastan más de lo que ingresa, por eso está frecuentemente endeudada en sus tarjetas al pensar que el plástico es una extensión de su salario. Ese es un grave error”.

Cecilia Meade aconsejó que para llevar la contabilidad en casa no se necesita nada sofisticado. “En una libreta cualquiera o en una agenda de caja; incluso en Excel en la computadora”.

Dijo que incluso en internet hay software diseñado especialmente para llevar un presupuesto y muchos son gratuitos.

Para la académica, saber en qué se gastan los recursos con los que se cuentan permite hacer los ajustes necesarios, a tomar medidas, a evaluar. Explicó que esta crisis financiera mundial representa una gran oportunidad para formar a la familia en el positivismo y en la productividad. “Es aquí donde se aplica el lema usado en las empresas de hacer más con menos”.

En pocas palabras, adquirir los hábitos de una organización y aplicarlos en el día a día en la economía familiar y “hacerlos un estilo de vida, no sólo en tiempos de crisis, sino enseñarle a los hijos que sea frecuente, constante, una costumbre que debe parmanecer. Hay que organizar los gastos semanalmente”.

Por Diego Ayala en Exonline.com

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