viernes, 2 de enero de 2009

Crece deuda en tarjetas

Con lo mal que están las cosas en el sector financiero, puede que las empresas estadunidenses de tarjetas de crédito aún no hayan sentido ni la mitad de lo que tendrán que vivir.

Cada vez más consumidores se están retrasando en sus pagos mensuales de su tarjeta a medida que crece el desempleo. La principal fuente de financiamiento del sector -el mercado de valores respaldados por activos- se congeló en septiembre y muestra pocas señales de reactivación. Además, en las semanas recientes, el gobierno federal impuso duras restricciones a ciertas prácticas comúnmente utilizadas por la industria de tarjetas de crédito para incrementar sus ingresos, restringiendo, por ejemplo, el aumento de tasas sobre los saldos existentes que estén al día.

“Estamos esperando un deterioro bastante significativo durante 2009”, dijo Donald Fandetti, analista de finanzas de especialidad de Citigroup.

Las pérdidas por deudas incobrables de tarjetas de crédito han aumentado a una tasa anualizada del 6.6 por ciento de los saldos frente a 4.6 por ciento de un año antes, y podrían seguir subiendo hasta el 2010, cuando se espera que el desempleo alcance su punto máximo, según Fandetti.

Con el declive del mercado de la vivienda y la contracción de la economía, es casi seguro que la tasa de pérdidas por deudas incobrables excederá el máximo histórico del 7.5 por ciento, y muchos en el sector se preparan para cifras de 10 por ciento y más. Todo lo anterior es una buena razón para que los inversionistas tengan cuidado con el grupo, pese a las bajas valuaciones de sus acciones.

Los miembros más prominentes del sector son American Express, Bank of America, Citigroup, Capital One Financial, Discover Financial Services y JPMorgan Chase. Analistas e inversionistas están prestando mucha atención a los datos de titularizaciones de tarjetas de crédito, una de las mejores fuentes de pistas sobre el comportamiento de los consumidores y del estado de la salud de los emisores de tarjetas. Noviembre trajo consigo una preocupante aceleración en las moras y pérdidas por préstamos entre una variedad de emisores.

De particular interés es el margen de exceso, o excess spreads. El margen de exceso, una medida de la rentabilidad de un fideicomiso de titularización, es la renta retenida por el emisor de la tarjeta tras contabilizar las pérdidas por préstamos y otras partidas.

Estas ganancias promedian ahora alrededor de un 6.7 por ciento de los saldos del capital, cifra inferior a una norma de alrededor de ocho por ciento.

Habitualmente, si el diferencial cae bajo cuatro por ciento o 4.5 por ciento, se activa un proceso mediante el cual se reserva el efectivo para proteger a los tenedores de bonos, en vez de fluir hacia las compañías de tarjetas de crédito.

Para que ocurran amortizaciones anticipadas, las pérdidas por incumplimiento y los costos de financiamiento debieran aumentar. Aun así, “vale la pena prestar atención al riesgo, a media que nos acercamos a lo que muy probablemente será un complejo 2009”, aseguró Chris Brendler, analista de finanzas de consumo en Stifel Nicolaus.

Los fondos de titularización que acaparan la atención incluyen a aquellos respaldados por Advanta, una firma de finanzas de especialidad que comercializa tarjetas para pequeños negocios, y Washington Mutual, la enorme empresa que estuvo a punto de quebrar antes de ser rescatada en septiembre por JPMorgan Chase. Tanto Advanta como Wamu tienen tasas de pérdidas crediticias superiores a 10 por ciento y sobretasas en el rango decuatro por ciento. La atribulada Citigroup tiene una sobretasa de 5.38 por ciento.

Una señal del estado de salud de un emisor es la tasa de pagos, o los pagos mensuales de los consumidores como porción de los saldos totales.

Por Barron’s en Exonline.com

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